domingo, 20 de noviembre de 2011

Aves y otros bichos, tan cerca y tan lejos.

 La macrofotografía nos ofrece ángulos un poco inquietantes, tanto si es una boca de rumiante cuanto las mandíbulas submarinas de un congrio entre las rocas.


 Ternura porque todavía no da para guisarnos una fritanga de pulpo. Sorprendentes visiones de estos seres encantadores.




 Las oportunidades de la selva tropical -pocas y apasionantes- suponen un nuevo aliciente para viajar... con muchas precauciones.






Ojo, control, halcones a la vista, pero aún, un águila hambrienta.

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