En estos tiempos de extrañas desesperanzas y de crisis sólo te pido que no rompamos lazos. Estés donde estés mándame postales, fotos o señas, que mis lectores son muy agradecidos y están ávidos de cosas hermosas.
Yo también.
Cuanto más viejo, más ansío la belleza y la armonía. Y más busco el secreto cómo conseguir ambas.
Aunque estés en el espacio, y aun si eres un astronauta de la Estación Internacional. Te espero en casa por Navidad.
Esto es una puesta de sol desde la finca que tenía el general romano Máximus (el famoso Gladiator), al lado del río Guadiana, en Badajoz. Desde allí te mando ahora mi postal. Hoy ha empezado a llover...
... verás que no siempre podemos estar orgullosos de a donde nos conduce nuestro orgullo, egoísmo y torpeza mental....
Pero tampoco puedo soportar la imagen ante mis ojos de nuestras propias desgracias. Por esto, permíteme que esta semana te mande esto. También sabemos darnos la mano, aunque muchas veces ya es demasiado tarde.
Hay días, hay semanas, hay meses, hay años en que me siento un mosquito, pero es mi naturaleza. Que me perdonen la pereza, porque la insolencia es imperdonable, gracias a Dios.
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